El Camino de Jango: diciembre 2017

LA RECTA FINAL

Mientras, el dia 24 de noviembre 2017, estuvimos disfrutando de un sol radiante en el jardin del refugio de Rosa y Susana en Priesca con unas cervecitas en la mano y con vistas impresionantes sobre las montañas y la ria de Villaviciosa, el dia siguiente cuando salimos por la mañana temprano, fue harina de otro costal! Despedimos definitivamente de un largo verano y los cielos despejados han cambiado en cielos grises y lluviosos, tipicos del otoño y a veces con rachas de viento y aguaceros fuertes con granizo. Tiempo crudo y mojado y los ponchos están ahora un valor constante durante el último tramo de nuestro camino. Los días en que aparece el sol, muy timido, hace frío, mucho frío, y hay días que salimos por la mañana cuando el termómetro marca menos 7 grados! En breve es la imagen del tiempo que nos acompañe durante los últimos 450 kilómetros a Santiago de Compostela y Finisterre. Las últimas hojas de otoño revolotean sobre nuestros senderos y la lluvia y el frio son nuestros nuevos socios. Durante el camino estamos cantando sobre San Nicolás, la fiesta de los niños en Holanda el día 5 de diciembre (parecido a los Reyes en España), con sus canciones como 'el viento mueve las ramas de los árboles' y 'Santo, deja que la lluvia y el viento desaparece', pero con poco éxito y nuestras súplicas no sirven para nada. El dicho 'la recta final es lo más dificil' hace honores a su significado. De verdad es duro!

Además, el trayecto no es fácil tampoco. Muchas subidas muy pendientes, bajadas empinadas, senderos mojados y resbaladizos con muchas piedras. Después de caminar casi 2800 kilómetros, nuestras botas están muy gastadas y están al final de su 'vida técnica', suelos lisos y entra agua por todas las partes. Calcetines como esponjas son un mal de cada día.

Las vistas sobre los paísajes son fabulosas, la tranquilidad y el silencio son 'ensordecedores', no encontramos a ninguna alma y menos a un peregrino. Cruzamos aldeas típicas en Asturias y Galicia, la última comunidad que atrevesamos en nuestro imenso camino. Perros ladrando nos dan la bienvenida y las miradas curiosas de las vacas y los burritos nos acompañen. Las gallinas están sueltas en la calle y tenemos que saltar a menudo para que no pisemos las boñigas de vaca. Un recorrido con obstáculos! Para decirlo positivamente, huele al campo o, más realista y mejor dicho, huele bastante mal!

Es curioso ver como la gente en Asturias se dedican a la recogida y la prensa de las manzanas para hacer la famosa sidra. A un momento dado estamos en la mitad de una terrible subida cuando, por casualidad, miramos al dentro de un pequeño cobertizo en donde 2 hombres están occupados con la prensa de manzanas de una manera tradicional. Nos ofrecen espontaneamente un vaso de zumo de manzana/sidra recien hecha, delicioso! Este da energía para seguir adelante en nuestra fuerte subida.

Vistas impresionantes sobre las montañas y las valles alternan con la niebla y el 'calebobos' y a veces estamos encarcelados en un mundo pequeño y gris. Da un aspecto mítico al último tramo de nuestro camino. De verdad tiene su encanto y es algo que encaja muy bien en el típico clima de Galicia. En nuestros Caminos anteriores siempre fue así y así es como debe ser!

Otro detalle alegre es que dormimos una noche en nuestra casa en Asturias (refugio P&M, Cadanes) donde estuvimos invitados a comer en casa de nuestros amigos Pierre y Gumar. Como siempre hemos comido muy muy bien y acompañados de un buen vino y digestivo. La mañana siguiente, cuando salimos a caminar otra vez, estuvimos castigados, pero qué importa después de una excelente comida!

Mientras tanto nos hemos despedido de nuestros amigos peregrinos Alberto y Ricardo, después de nuestro día de descanso en Priesca para actualizar el blog. Ricardo se despidió del Camino en Oviedo y Alberto, el español australiano hace honores a su trayectoria como Iron-man y nos avanza cada vez uno o dos días con saltos de un canguro. Son las cosas del Camino, un momento estás caminando y charlando entre los cuatro y el dia siguiente estamos solos otra vez, muy comodamente también en nuestro propio ritmo. Los últimos 100 kilometros antes de Santiago encontramos a Andrés, un hombre simpático y tranquilo que camina cada año de su casa a Santiago, mas o menos por el mismo trayecto. Conoce probablemente cada piedra y nos parece un poco aburrido, pero cada persona elige su Camino.

Pasamos preciosas ciudades como Gijon, Avilés y Luarca, totalmente equipados con las luces y adornos navideños. Las escaparates nos rien y intentan a seducirnos mientras las luces navideñas nos echan ojeados. Un sentimiento engañoso y irreal nos domina, nosotros con las muchilas, las botas llenas de barro, la ropa mojada y bajo nuestros ponchos de un color rojo somos como enanos, o mejor dicho como Papa Noel, mientras que la gente están ya ocupada con sus compras de navidad y las preparaciones de esta fiesta familiar. El Camino y los adornos navideños no cuadran muy bien!

Nos acercamos cada vez más al final del camino y olfateamos ya el 'Belén' en Santiago. Nos da estímulo para hacer etapas largas y duras, a veces 40 km por día. Cargamos las muchilas un poco más y ponemos las espaldas rectas para el último esfuerzo. Estamos acostumbrados a la rutina diaria y parece que las muchilas se han convertido en parte de nuestros cuerpos, casi se puede decir no podemos ir sin ellos.

Sorpresa sorpresa! Robert, el hijo menor de Paul, ha venido y va a acompañarnos desde el Monte de Gozo a Finisterre, unos 100 km. Qué bien y agradecido, porque el último tramo siente de verdad como un último esfuerzo grande y este apoyo y compañia nos sirve muy bien.

Luego, en realidad es algo increible, el dia 7 de diciembre de 2017 llegamos a la puerta de la catedral de Santiago de Compostela donde saludamos al apostol y donde el apostol nos da la bienvenida. Hemos llegado por fin y hemos conseguido nuestro objetivo, algo que estaba mucho tiempo en nuestra lista de deseos, caminar desde Holanda a Santiago de Compostela. Wauw!

Es dificil retomar el hilo pero nos espera aún unos 100 km de caminata. Bajo una lluvia a veces torrencial caminamos en 3 días al fin del mundo medieval. Cuando nos acercamos al faro en el Cabo Finisterre con su viento y cielos amenazantes y donde el mojón nos indica el número 0,00 km, los sentimentos y las emociones nos hacen llorar. Algo increíble pasa ahora: la lluvia para y se abre un poco los cielos grises con una luz timida pero igualmente radiante. Qué emocion grande! Las fotos muestrán este sentimiento felíz. De tanta emoción nos da sed y es tiempo de celebrar y de relajarse. Nos acercamos al bar al lado del faro para cervecitas y tapas. Merecido, no? El bar es nuestro dominio durante la próxima hora. Que delicioso sabor tiene las cañas, que bien y relajado todo!

Otra sorpresa! El día 3 de noviembre 2017 durante el desayuno en St Jean Pied de Port encontramos a una pareja mayor de Corea del Sur, quien estaba a punto de empezar su Camino Francés. No hablan ni una palabra castellano y teníamos nuestras dudas..... Salimos del bar al lado del faro y a quién encontramos fuera? Siiiii, nuestros amigos de Corea. De verdad increíble que despés más de un mes les encontramos en su primer y último día de su Camino. Mucho, mucho respecto para esta pareja que viene de la otra parte del mundo para hacer un Camino en España. Comunicándose con gestos y a base de un fuerte voluntad y actitud han conseguido su objetivo, terminar el Camino. Cenamos con ellos en Finisterre. Muy acogedor, muchas risas y ella cantó algunas canciones en su idioma en el restaurante. Una noche inolvidable!

Y ahora nuestro Camino ha terminado, listos. Hemos caminado desde Wassenaar al fin del mundo en justamente 100 días. Fue duro, pero lo que nos recuerdan son las impresiones y las experiencias únicas que nos acompañan para siempre durante nuestra vida. Todo merece la pena, los dolorcitos, las empollas, el dolor de los pies y de los hombros, la lluvia, el frío, la niebla, el sol que quema, levantarse a las 6.00 horas cada dia, otra vez las espagetis y hamburguesas, el asfalto, los senderos llenos de barro, los albergues sin calefacción, los roncadores, tomar la dirección equivocada, y muchos, muchos inconvenientes más. Pero sobre todo hemos disfrutado, de la amabilidad de la gente, la hospitalidad en los refugios y con las familias donde pasamos las noches, los costumbres, los ánimos durante el Camino ('Bon courage' y 'Buen camino'), el tiempo espléndido y soleado, los bosques infínitos, las montañas a veces con los cumbres lleno de nieve, los paisajes, las vistas impresionantes, los pueblos y aldeas pintorescos, las ciudades preciosas, los encuentros inesperados, las conversaciones y charlas, la alegría y el humor, la ducha caliente, las siestas, las cervecitas, el vino local y la buena comida (a veces). Podemos seguir eternamente con ejemplos, hay demasiadas cosas para recordar. Nuestras cabezas están llenas de imagenes e impresiones que son aún caoticas y necesitan tener un sitio fijo en nuestra memoría. Es una 'buena tarea' para las fiestas de Navidad y en los próximos fríos meses de invierno vamos a editar un libro lleno de fotos e impresiones. Un recuerdo duradero de un camino único e inolvidable. ULTREIA!

Unos detalles de resumen:

- Estuvimos en camino durante justamente 100 (!) días, de 1 de septiembre a 9 de diciembre de 2017

- Nos hemos quedado 4 días en Holanda, 11 días en Belgica, 52 días en Francia y 33 días en España

- De los 100 días hemos caminado 93 dias y durante 7 días hemos actualizado nuestro blog

- A medio hemos caminado casi 30 km por día

- No hemos encontrado a ningún peregrino en Holanda ni en Belgica, encontramos a 5 peregrinos en Francia y a 10 peregrinos en España. Son las personas con quien hemos caminado durante poco o más tiempo.

Y finalmente por última vez, el número de los kilometros caminados:

OTROS 468 KILOMETROS MAS, ENTONCES EN TOTAL 2724 KILOMETROS!!!